Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer. Tal y como parece, a muchos nacionalistas europeos les gustaría ver las mujeres volver a la cocina y a cambiar pañales, después de haber cumplido con sus deseos sexuales, y asegurándose de que sus hombres tiene alguien tranquilo con quien estar cuando ellos lo deseen.
Es, sin embargo, muy poco probable que este concepto burgués y neoconservador de la posición de la mujer, coincida con el concepto de la mujer que tenían nuestros antepasados, a los que supuestamente los nacionalistas quieren imitar.
En los círculos post-cristianos y neoconservadores, la mujer es, básicamente, una madre, como la Virgen. Sin embargo, en términos modernos, la Virgen era una madre soltera que valientemente cuidó de su hijo, confiando en las palabras de un Ángel. José es su protector, pero se siente débil ante Dios, quien le dijo que tenía que mantener a su mujer, mientras ella era la que llevaba la carga real con fuerza y estoicismo. Sin embargo, ningún nacionalista piensa en el ejemplo de la Virgen.
Por otra parte, los arquetipos femeninos pre-cristianos, han están adaptados para ajustarse al concepto post-cristiano de la mujer. Penélope, esperando pacientemente que su marido volviera, practicaba la castidad y tejía. Ella se encargaba de su casa, y era, al parecer, muy halagada por el interés de sus pretendientes, pero bien preparada para aceptar Ulises de nuevo.
Los arquetipos femeninos en la Antigüedad, pero, pocas veces se limitan al de Penélope. ¿Hablamos de las amazonas, su reina y sus guerreras? Fueron vencidas por Hércules, el arquetipo masculino, una victoria del hombre a la mujer, dando testimonio de una época en que las mujeres eran capaces de vivir de forma independiente y defenderse a sí mismas.
¿Hablamos de Circe y Calipso, aquellas mujeres fuertes y autosuficientes que vivían dentro de sus propios reinos, encantando hombres y utilizándolos para su beneficio? De vez en cuando sufrían dolor de amor, pero dudo que les costara superarlo siendo inmortales.
En el reino de los Dioses y Diosas, la Reina Hera es majestuosa y asertiva, lejos de ser un ama de casa, tranquilo y sumisa. La Diosa Hestia es responsable de la conservación del hogar, del fuego, el regalo de los dioses que Prometeo robó. La Diosa Afrodita protege tanto el amor carnal como el amor platónico. Ella es, sin embargo, la consorte de Ares, Dios de la guerra. La esencia de la pareja divina es un concepto común entre nacionalistas: “Amor y Guerra”. Afrodita también está vinculada a Hefaístos, dios igualmente creador en el reino físico. Por lo tanto, Afrodita es la co-creadora, la fuerza de la vida equilibradora de la guerra o complementaria de la Creación. Curiosamente, Afrodita también fue adorada como una guerrera. En cuanto a la Diosa Atenea, era el arqueo-guerrera, considerada más importante que su equivalente masculino, Ares. Ella es más majestuosa, impone su sabiduría y su poder tanto a los hombres como a los Dioses.
Me encantan las imágenes de las mujeres que viven en casas de campo, trabajan la tierra, cocinan una comida deliciosa, cuidan su familia numerosa y que dan la bienvenida a su marido sonriente, vestidas con ropa preciosa. Las podemos encontrar prácticamente en todas partes, desde África hasta Asia, pasando por los Cotswolds. Pero con respecto a la mujer europea… Ella es otra historia.
Irene Dimopoulou
Editor, Empros